El Tajo es un elemento fundamental de Toledo. Sin embargo, su deplorable estado ha propiciado su olvido. Para evitarlo nada mejor que recordar cómo el río fue objeto del orgullo cívico de los vecinos de las principales poblaciones que vivieron junto a su cauce.
Para comprobarlo, la obra realiza el estudio de las visiones que los historiadores e intelectuales de Toledo y Lisboa quisieron proyectar del cauce fluvial en los siglos XVI y XVII, al considerar que las aguas del Tajo eran un bien que les aportaba prestigio y servía para justificar viejas preeminencias.
Sus testimonios son la mejor muestra de que hubo un momento en el que el Tajo importaba y que, muy probablemente, situaciones de deterioro como son las que actualmente padece, hubieran encontrado una respuesta que hoy echamos de menos.
Director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias His-tóricas de Toledo y Presidente de la Junta de Protectores de la Real Fundación de Toledo. Es Correspondiente en España del Instituto Arqueológico Alemán y en Toledo de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, así como de la Real Academia Conquense de Artes y Letras. Ha sido Director General de la Fundación Greco 2014 y director del Servicio de Arqueología de la Diputación de Toledo.
Ha coordinado la publicación de quince obras colectivas, es director de siete congresos y autor de dieciocho monografías. También, de más de ciento cuarenta artículos publicados en actas y revistas de universidades e instituciones científicas españolas, alemanas, belgas, francesas, inglesas e italianas.
Ha ejercido como comisario de diferentes exposiciones de ámbito nacional e internacional relacionadas con Toledo y la creación contemporánea. Trabaja igualmente en el campo de la museología y es autor de proyectos de museos regionales y nacionales.