El 11 de marzo de 2011 tuvo lugar el terremoto más potente de la historia de Japón. El terremoto originó un tsunami con grandes olas en la costa pacífica japonesa que arrasaron con todo a su paso: casas, granjas, vehículos, barcos...
Como consecuencia de los daños, se produjo la explosión de la central nuclear de Fukushima y miles de personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas.