"Mi isla" es un lugar al que puedes ir siempre que quieras saltar, bailar, jugar, cambiar, besar...vivir como tú quieras. Allí los Katiuskas te esperan para hablar como un avestruz, conocer al vampiro Agapito, volar con la súper abuela, comer alcachofas al pil pil o bailar claqué del revés.
En el segundo trabajo de la banda manchega se nos descubre, que cuando mezclas lenguajes escénicos como la música, el clown, los títeres y la danza pueden surgir “potajes” maravillosos como es el caso de este trabajo. La ChicaCharcos and The katiuskas band vuelven a la carga para cantar a toda la familia de esa forma singular y poner a todo el mundo en pie.
En "Mi isla" ondea una sola bandera como tema fundamental del espectáculo: La libertad. A través de sus canciones la ChicaCharcos nos canta que no solo hay un mundo, si no tantos, como persona habitamos este planeta. Es hora de ponerte en pie, plantarte y gritar a todo el mundo: ¡Mi tierra a la vista!
¡¡¡Bienvenidas personas, tómense la Biodramina y agárrense fuerte al timón porque viene fuerte marejada de risas!!!
Patricia Charcos primero quiso ser mayor, después peluquera. Se acabó convirtiendo en actriz, después en clown y hoy día cuando le preguntan: "¿Profesión?" ella contesta: "¿creadora?"
Después de pasar por las manos de Philipe Goulier, Eric de Bont, Antón Valén, Gabriel Chamé, Rodorín, Socorro Anadón, Jose Luís Sáiz entre muchos otros del mundo de la interpretación y del clown, trabajar para otras compañías (La Tirita de Teatro, Lulo producciones, T.I.T., El topo…) en el año 2011 crea su primer espectáculo propio "Rewind" (1er Premio Jóvenes Artistas, Scena Simulacro…) con el que empieza su andadura como compañía propia.
La ChicaCharcos nace de la necesidad de ir más allá de la propia actriz, de la inquietud por experimentar con diferentes lenguajes, crear un teatro vital que remueva al mundo sin límite de edades. Por ello, junto a the Katiuskas Band, a través de la música, el clown y las risas han conseguido crear un lenguaje que hace soñar, vivir, cantar, reír y volar a todo el que tiene la suerte de escuharlos.